PeNSaMiEnToS AcElERaDoS....


Ya no necesito más...estoy tan cansada de buscar...que estamos solos en realidad, es algo que siempre me resisto a creer cuando es la única verdad que tenemos...ilógico, la mente nos trata de engañar tan a menudo...

Que he dicho que no necesito más, y no lo voy a volver a pensar, prometo que no volveré a correr detrás de lo que no existe, lo prometo!

Y me vuelvo a engañar, porque no es prometer creer en algo que a veces escapa de nuestro control? Porque nuestras neuronas van de por libre, y por mucho que presumamos de autocontrol...el control no existe, nuestra imaginación vive en la jerarquía....asumámoslo, no somos el dictador temido, somos el bicho insignificante al que nuestra mente tortura a veces sin piedad.

Que somos nosotros y nuestras circunstancias...y esas si que no nos las quita nadie eh! Y menos cuando son desagradables....ah! Cometelas tu mi querido amigo...bastante tengo yo con lo mío...
Y vuelta a empezar...comienza a controlarte a tí mismo, porque no necesitas mas...solo tú, sea cual sea el lugar.

Chao chao 2008

Llegó la primera noche del nuevo año, y con ella miles y miles de promesas y buenos propósitos. Sin más, ahí quedan los míos.

1.- Adelgazar: mi primera buena idea, adelgazar mi alma. Eliminar las grandes manchas de decepciones y drenar los malos recuerdos.

2.- Ponerme en forma: mover mi cuerpo por todo el mundo, y dejar que mi mente se mezcle con la de mucha gente, con miles de miradas, con miles de espíritus que, como el mío, viven cada día en este enorme mundo, sin más.

3.- Devolver el amor que me muestran: para mí, uno de los propósitos más complicados, y por ello el más especial. Pasar al propósito cuatro para comprenderlo mejor.

4.- Quererme: sé que suena egocéntrico y superficial pero…¿cómo dar lo que recibes, si tienes una barrera infranqueable que no te permite ver como real lo que los demás te ofrecen? Por ello, deseo para este año lograr quererme a mí misma, confiar en mi…para poder demostrar a los demás que estoy ahí, sin miedos ni reparos.

5.- Limpiar mi armario: ordenar mis ideas, replantear mis espacios, hacer huecos a lo nuevo. Huecos limpios, libres de polvo molesto y demás sustancias nocivas.

6.- Volver a creer en el amor.

7.- Seguir respirando.

8.- En definitiva, seguir viviendo.

9.- Ah! Más sonrisas, muchísimas más sonrisas, y muchísimo menos llanto.