Cuando Las Máscaras Alcanzan Su Valor Absoluto

El juego ha comenzado. Aquí, en la selva del todo se vale. Eres libre de elegir tus movimientos y estrategias. Nada queda prohibido y cualquir cosa sirve. Que no se te olvide.

El susto inicial se sigue del pensamiento del Yo puedo. No hace falta más. La inocencia y la creencia en la bondad (tanto propia como ajena) son suficientes herramientas para sobrevivir. Todo es hermoso, no hay visión de daño alguno y la estabilidad es tan dura que incluso aburre. Esto esta chupado.

Comienza la búsqueda de emociones. Sin arma ni escudo, no hay dolor ni mal.
Hasta que llega el primero. Buena derecha, ni la ves venir. Te ríes, porque seguro que ha sido una equivocación. Continuas tu paseo. Tienes un ojo morado, pero todo sigue siendo maravilloso.

Pero llega el segundo. Por la espalda y sin hacer ruido. Sale corriendo, asi que nisiquiera ves su cara. Ha hecho que caigas al suelo y duele, duele mucho y no sabes por qué. Las hojas de una palmera seca son tu solución. Arremetes contra el camino cargando tu pequeño escudo. Es molesto, pero no se hace insoportable.

Aun así, arañazos y golpes continuan llegando. No lo entiendes, nadie contesta a tu Por Qué, pero estás magullado. Poco a poco, tu pequeño escudo se ha convertido en una losa de hojas muertas. No sientes los nuevos golpes, pero la savia de palmera no cura tus heridas.

Protegido vuelves a sentirte confiado. Crees que aun así, llegará el momento en el que los palos cesen. Te agarras de las manos que aparecen. Intentas aguantar, te coges fuerte. Pero el miedo se ha hecho poderoso en el camino. Sueltas y empujas. Sin darte cuenta, ahora eres Tú el que golpea.

Hasta que llegas allí. Arrastras los pies magullados y tus nudillos sangran. Has perdido la cuenta de lo que ha dolido y lo que has hecho doler. No importa, has llegado. El sudor cubre tu rostro y la armadura improvisada es difícil de cargar. Pero ha llegado el premio...nadie querrá hacerte daño, porque nadie podrá conocerte.


Enhorabuena amigo, ya tienes tu propia máscara. Pasas al segundo nivel... La selva sigue esperándote igual de bella...