**Reí UnA Vez...PeRo Mi RiSa Se QueDó CoRTa**

Se moría de ganas de amar, pero la mató el miedo.

Fue ensuciando poco a poco sus pupilas, la oscuridad que no se ve...en silencio. No pasa nada, nadie se daba cuenta.

Los olores se volvieron un tanto extraños una mañana de otoño. Imperceptible cambio. Pero se estaba apoderando de ella, aunque nadie se diera cuenta.

Con sutileza, cada órgano de su cuerpo se endureció. La sangre se volvió aceite espeso. Un cuerpo que funciona con engranajes. La inercia de la vida hace el resto. Nadie se daba cuenta.

Su sonrisa se torció. Nadie se dió cuenta....

Nadie, excepto ella.

Escucha los golpes de su corazón y se acuerda de que está viva. Que tiene ganas...y se dejó llevar.

Dejó entrar una ráfaga de aire fresco, pero traía polvo. La máquina se volvió a romper...el juego se terminó, tan efímero como comenzó.

Rota, funcionando bajo mínimos y agarrando con rabia el yeso negro de su muro en el suelo.

El viejo muro, que renace rodeado de enredaderas....IDIOTA