Clásicos que nunca pasan de moda..."Por lo que pudo ser y no fue"

Ven, déjame darte un paseo por lo que pudo ser y nunca fue. Conoce conmigo el mundo que mis sueños crearon para mi con tu ayuda, sólo gracias a ti.

Ven, dame la mano. Déjame llevarte a nuestra propia metáfora, donde son los sapos los que besan a las princesas para enseñarles el maravilloso mundo de las ranas.

Ven, quiero que conozcas lo que pudo ser un nosotros. Dos cuerpos que se deshacen en reconciliaciones porque se reprochan a voces los segunos separados.

Ven, observa con atención. Viven en un mundo que no es mundo. Sólo son dos. Se refrescan con sus sudores y se alimentan a bocados nocturnos. Uno y otro, en imperfecta simbiosis.

Ven, fíjate. Soñar para ellos no es un privilegio, sino un derecho adquirido desde el día que se tocaron por primera vez.

Ven, percibe cómo se odian. Porque para completarse consiguen generar el uno en el otro cualquier sentimiento. Son capaces de hacer suyo el paraíso y de jugar en el infierno al mismo tiempo. Todo en un sólo compás de a dos.

Ven, quiero que lo veas...Dos piezas de puzzle que encajan sin querer hacerlo. Dos polos opuestos que tuvieron la mala suerte de encontrarse. Y de unirse. Y de separarse.

Y ahora...

Ven, ayúdame a hacerte olvidar. Dejar de tararear las canciones que se han convertido en la banda sonora de la mejor película que nunca se grabará.

Ven, empújame al olvido, pero no vengas conmigo. Llévame allí donde no hay hilos para hacer fruncidos. Devuélveme al lugar donde los daños colaterales no son daños, y mucho menos colaterales.

Ven, llévate nuestro deseo y el último te quiero. Es el mejor regalo que puedo hacerte...