Siempre han dicho que todo lo que tiene un principio acaba en un final. A veces estrepitoso, otras silecioso...y otras muchas con el famoso final feliz.
Aquí estoy hoy, como una personita más que habita en este enorme mundo. Aquí estoy, llorando por lo que pudo ser y no fué, maldiciendo las fantasías, murmurando contra las espinas. Porque hoy me pinché, bajé las defensas, me arriesgué, y ahora sangro...desde luego, no hablo de uno de esos finales de cuento de hadas...
Dicen que es algo natural, sé que todo se cierra, que todo se cura...pero hasta entonces, DUELE, y no podemos negar el dolor. La vida, por un instante, pierde todo el brillo, nos quedamos en blanco y negro, sin saldo, sin sensación. No vemos más allá porque no hay un fondo, porque las lágrimas lo cubren todo, porque el mañana se pierde....el hoy escuece demasiado...
También dicen por ahí que todo tiene su consuelo, tarde o temprano...seguramente, cuando nos queramos dar cuenta sonreiremos de nuevo, estaremos ilusionados en el momento menos pensado...coraza abajo...porque la vida es así, una caja de sorpresas...
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